Expedición Nevado Juncal 6.110m – UPAME (2007)

Andino Club Pamir – UPAME – DAV – Wechupun

El Nevado de Juncal, con su pared norte tan nevada, glaciada y empinada, es una de las montañas más hermosas y complejas de los andes centrales. Este fue uno de los objetivos de la UPAME en enero del 2007 y en particular el mío, desde que vi hace un año atrás las fotos de la expedición de la FEACH el 2005. Partimos hacia el cajón del Juncal, en el valle del Aconcagua, los 20 expedicionarios (11 de ellos del del Andino Club Pamir) el domingo 21 de enero al mediodía. El bus nos dejó en la entrada del cajón, y luego de una caminata de un par de horas llegamos a un caserío donde instalamos nuestro primer campamento.

El lunes temprano dejamos nuestras mochilas para cargar las mulas, que nos llevarían la carga hasta la entrada del glaciar. Luego de 4 horas de caminata y de esperar un par de horas las mulas, tomamos nuevamente las mochilas y comenzamos la caminata en la morrena del glaciar y sorteando las grietas, con una tremenda vista del Alto Los Leones, llegamos al Campamento 1 (3.880). Al día siguiente salimos temprano con la idea de lograr el Campamento 2 (4.700) y tener la posibilidad de hacer cumbre al día siguiente, sino la cosa se complicaba por el apretado cronograma de las actividades de la UPAME. Después de sortear una rimaya y un campo de penitentes agotador, logramos llegar al Campamento 2. Ya algunos de nuestros amigos habían quedado atrás por la fatiga de la expedición anterior al Tupungato y por falta de tiempo para llegar al C2.

El apretado cronograma indicaba que debíamos salir a las 2 a.m. para hacer la cumbre y bajar al C1 el mismo día. El agotamiento hizo que sólo 9 personas saliéramos a intentar la cumbre. En dos grupos, uno compuesto por Edison del DAV, Carlos Gatica V. y una pareja de suizos, y el otro compuesto por Thomas, Fabián y yo, junto a dos amigos de Guatemala, salimos separados por media hora por una ruta para la mayoría desconocida y cubierta de penitentes que hacían muy lento el avance. Cerca del mediodía hicimos la cumbre del Nevado Juncal, con una vista increíble del Aconcagua y del Tupungato, coronando un gran esfuerzo y una travesía por un cerro espectacular.
Felices de haber tenido la suerte de tener buen tiempo para alcanzar la cumbre y en particular de haber compartido con grandes amigos y haber cumplido una meta planteada hace meses, regresamos al día siguiente desde el Campamento 2 hasta el Base y a Santiago, donde un buen asado nos estaba esperando en la Federación.

Relato Manuel Barahona Ligueño.